martes, 13 de febrero de 2018

Nasrudin

Ser nadie

El Mullah Nasrudin decidió asistir a una gran recepción dada por el Rey y a la cual no había sido invitado.
Pomposamente ingresó en la zona VIP y se acomodó en la principal y elegante silla del lugar.
El líder de los recepcionistas se acercó al Mullah y le dijo:
—Señor, éste es el recinto VIP y estos lugares están reservados para los invitados de honor.
—Oh, soy más que un mero invitado, respondió Nasrudin con entera confianza.
—Ah, entonces usted es un diplomático?
—Mucho más que eso, respondió con altivez el Mullah.
—¿Ah, sí? Así que usted es un ministro tal vez?
—No, más grande que eso también, dijo Nasrudin pretenciosamente.
—Ah...! Así que debe ser el propio Rey, señor... dijo el líder de los recepcionistas, con sarcasmo.
—Más alto que eso, dijo El Mullah ostentosamente.
—¿Qué ...? Es usted superior al Rey ...? Nadie es superior al rey.
—Ahora has acertado, dijo Nasrudin. ¡Yo soy nadie!

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